Iba camino a mi casa en un 629-2, por allá por el rumbo del centro, un señor
se sentó a mi lado en el camión y de ahí nace la historia que estan por leer,
historia real, repito, no poema, ni ficción...
Es Don Chuy.
Y es Don Chuy, porque fue el primer nombre que se me vino a la mente. Es Don Chuy y es borracho. Es Don Chuy, y tiene sobrinas, las mismas que le dicen “Tío, ya deje el vicio”, y el nomás repela que el vicio es el vicio y ¡Ah, cómo reanima!.
Es Don Chuy, y es viudo, porque cuando su esposa lo dejó, lo dejó tomando, una botellita de Vergel de litro diario, y dice, “bueno, la de novecientos para ser exactos”, y es que esos vicios son mejores que la mota y la coca, la experiencia habla, pues es Don Chuy. Y tomo el camión allá en Morelos, y se sentó a un lado, quejándose, quejándose, y he de pensar yo que ha de ser por lo pesado de la mochila y la bolsa que trae cargando, pero no, Don Chuy dice: “Son las ansias, las ansias, lo anciano de uno pues, que’sque porque uno llega a esta edad y todo le duele, ya no tiene sentido vivir, ¿Pá qué vive uno pues?, Tu has de estar chavo, 17 o 18, lo dice a ojo de buen cubero, y que mejor, pues es Don Chuy, que no tardo en contarme su vida entera, al primer minuto que se sentó a mi lado, después de abrir plática con las ansias del anciano, abre su mochila y saca su botellita para llevar de Brandy, por aquello del ojo del buen cubero he yo de suponer, me ofrece un trago, pues lo borracho no le ha quitado lo cortés. Apenas lo entiendo, entre el ruido del camión que ya subió a los cinco pesos, cosa que supongo que le ha de molestar a también y la voz baja del mismo, yo nomás le digo que sí y el prosigue, le repito las dos ultimas frases de lo que cuenta y él me encuentra como su paño de lágrimas, "Si, esta pesado", "Directito al estómago", "Si, son bien tranzas", frases así y él solito empieza a hablar del trabajo, me dice que es chofer, pero que el nomás es bien responsable y cuando termina el día, comienzan las botellas, hoy como diría él mismo, ya se chingo la de Tonayan, y las de Vergel van ahorita, que ya nada más pasan directo y que no se siente nada. Y es Don Chuy y tuvo madre, pero cuando la perdió le lloró más que a la esposa, “Pinche vieja, pero no, a la madre mis respetos, que siempre te cuida y que te da la bendición, vengase mijo, ah pero como le lloré, aprovéchela, que cuando uno ya no la tiene, ah no, eso si que no” . Dice Don Chuy,que le lloró a la madre, le lloró a la esposa, le lloró a la vida y le llora al trabajo también, que porque no ha sacado la licencia federal y que no le quieren dar carro, ese Chuy, ya más en confianza que me cuenta como hace amigos a los de tránsito, que cuando le quieren mochar su lana, el nomás se los pone pedos y que hace que les baje la multa de dos mil a trescientos pesos, es Don Chuy y los hace compas, pero dice él, que esos cabrones nomas saben que gana uno y se le van encima a buscar la mordida. Es Don Chuy y se baja en Arcos, adolorido de nuevo, y nomás me dice, “Hasta luego joven”. Supuse entonces, Es Don Chuy.