22 febrero 2011

El prejuicio del matrimonio

En 2010, el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo ocupó un espacio sustancial e importante en la agenda mediática mexicana. Las aprobaciones legislativas del Distrito Federal provocaron revuelo por la inesperada acción social a favor de los derechos del colectivo LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero). Entre el alboroto se escucharon desesperados gritos provenientes de diferentes actores políticos en su afán por frenar la mudanza del concepto de “matrimonio” a uno cuyo significado contemplara el derecho a parejas del mismo sexo. Tras intensos debates, declaraciones despectivas del Cardenal Sandoval Íñiguez y reflexiones al respecto de los ministros, la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor de la constitucionalidad a las reformas del Distrito Federal en su Código Civil en materia del matrimonio y la adopción entre personas del mismo sexo.

Cuando una nación como México atraviesa una controversia social de esta magnitud resulta el momento perfecto para que una gran cantidad de comentarios surjan en la esfera social, aquella que se despierta en las charlas de café y los radio-pasillos, donde se habla del otro como digno objeto del juicio emitido por nosotros. Justo ahí, donde escuchamos con cotidianeidad preguntas o afirmaciones como: “México no está preparado”, “Una cosa es que se casen pero otra que tengan hijos”, o el clásico “Yo respeto, pero ¿y eso de los niños?, no está bien” .

En los últimos días, hablar de la adopción entre parejas del mismo sexo se suma a la lista de temas que prefieren no tocarse, tales como la política y la religión. Pensar en un infante que al ser adoptado conciba como padres a una pareja compuesta por dos hombres o dos mujeres, no es tema sencillo. Pero es justo aquí donde dejamos la realidad de lado y basamos nuestro punto de vista en la generalización, el estereotipo y el prejuicio. Situándonos en nuestra experiencia, con dificultad habremos conocido en persona a alguien cuya familia sea homoparental, por lo que en la misma tesitura ignoraremos el daño o beneficio que este tipo de familia representa para el individuo. Es entonces cuando debemos reconsiderar las reflexiones que llegan a nosotros que se constituyen, casi en su totalidad, por prejuicios y estereotipos sobre la moral, las buenas costumbres, los sacramentos y la familia.

El debate por la adopción comúnmente está enfocado sobre las diferencias entre dos padres heterosexuales ante dos padres homosexuales. Sin embargo, quizá el factor determinante pueda radicar en algo más simple, que el menor tenga o no la posibilidad de tener padres. Pensar en la preferencia sexual como uno de los elementos más importantes para determinar si un proceso de adopción debe o no ser posible, no es más que constatar una referencia clara a los predominantes estereotipos sobre la diversidad sexual, aquellos que se han hecho posibles gracias a la generalización que posiciona a todos aquellos con preferencias sexuales “diferentes” dentro del concepto de la promiscuidad, la degeneración y las malas costumbres. Asimismo, es importante recalcar que la posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan adoptar abre solo una puerta más a la igualdad de derechos y no es equivalente a que todas y cada una de las parejas homosexuales en el país lo ejerzan, así como pasa hoy en día con las parejas heterosexuales, quienes aún gozando de plena fertilidad hacen válida la posibilidad de no hacer familia.

La evolución del concepto civil del matrimonio y todos sus derivados, es tan necesaria como entender que las generalizaciones son solo barreras sociales y maniqueístas que entorpecen el entendimiento de que la preferencia sexual no tiene nada que ver con los valores humanos y la transmisión de los mismos. Las parejas homoparentales al igual que las heteroparentales no están excentas de separaciones, divorcios, discusiones, acuerdos, logros, aprendizajes y delegación de roles particulares para cada miembro de la familia. A la fecha un gran número de familias homoparentales viven en el anonimato, desamparadas por un Estado Mexicano que no concibe en su totalidad la defensa de los derechos básicos de seguridad social. La razón ya la conocemos, su preferencia sexual.

02 febrero 2011

Entre twitter e incendios te veas.


Lo sucedido anoche en Guadalajara no fue más que la comprobación de la ineptitud mediática con la que contamos, un ejemplo de la falta de educación ciudadana para producir y consumir información.

¿Quién nos enseña a twittear una #balaceragdl ? nadie, ¿Quién nos dijo cómo ver la televisión buscando la objetividad entre líneas?, una vez más, nadie. No nos culpo.

El complejo problema de seguridad en México nos hace mirar hacia culpables, hijos de puta, asi como estrategias políticas y delictivas que bien o mal, tienen lugar a la vuelta de la esquina. Hoy los ciudadanos de la tan aclamada era de la información, vivimos un fenómeno propio del consumo y producción autónoma de contenidos que caben en formatos tan simples como 140 caracteres. Twitter nos ha dado una lección nuevamente, la agenda mediática perdió ante la inmediatez de la red social, se dejó llevar por el pan caliente y no esperó a tomar los guantes para ver si realmente el "producto" está listo para su publicación. Balaceras y autos incendiados en lugares fantasmas, en los que nunca pasó nada confirmados por quienes creyeron escuchar, fueron razon suficiente para que algunos medios optaran por anunciar en vivo que había pasado algo ahí, caso específico del Barezzito (Av. Manuel Acuña y Homero), bar que a través de su propia cuenta de twitter pidió no generar pánico ya que la zona estaba realmente fuera de peligro.

La libertad de expresión se ve rebasada por la de generar pánico colectivo al actuar iresponsablemente como intentos de periodistas ciudadanos que sin confirmar fuente alguna, generan información, especulando irresponsablemente.

El asunto al que dedico esta entrada va más allá del ciudadano, ya que como afirmo arriba, nadie nos enseña a twittear. Resulta impresionante que la marejada de información oportuna y confirmada por fuentes oficiales fue ignorada por los grandes medios de comunicación. Siete autos incendiados en puntos estratégicos de la ciudad no fueron razón suficiente para que los medios locales tomaran cartas en el asunto y cortaran programación para informar a la ciudadanía de una manera objetiva lo que estaba sucediendo. Fueron pocos los medios actuaron y muchos de ellos lo hicieron tarde. Los nacionales ni se diga, que no es de sorprender ver a un Ivan Mendo en cadena nacional diciendo que lo relevante en Jalisco fue una lluvia ligera o un comentario inútil de nuestro tan adorado cardenal.

Lo que no nos sorprende...

No nos sorpende que para una empresa como Televisa Guadalajara sea más importante respetar un anuncio pagado y un programa de comedia cuando el invitado comediante es Gonzo Show, un fracaso vívido del stand up comedy local. Si bien como ciudadanos merecemos información oportuna, la ausencia de ella es una falta grave a la utópica responsabilidad social de los medios en México.


Lo que sí...

Nos sorprende lo poco imporante que resulta la calidad de la información para los medios locales, la ausencia de una primera plana en El Informador, que para el Secretario Fernando Guzmán fuera más importante aclarar su conflicto personal con las declaraciones de Ramiro Escoto ante cada uno de los medios locales que lo entrevistaron en vivo, antes de comenzar a dar certezas de los incidentes confirmados y anunciar las recomendaciones oficiales de seguridad para los ciudadanos. La falta de estaciones de radio que dieran informe de lo que sucedía y advertieran oportunamente. Sorprendieron también, los twitteros responsables que a marchas forzadas procuraron restar fuerza a falsos rumores, la propuesta de marcha en Chapultepec a dos horas de sucedidos los bloqueos, la pronta actividad policiaca desplegada a lo largo de la ZMG, entre otras cosas.

La noche del martes 1 de febrero ha concluido. La información amaneció este miércoles, cuando los ediles se reunieron y el gobernador afirmó que las reacciones a las acciones tomadas son respuesta a que el gobierno está haciendo algo.

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Ramiro Escoto, se dió el tiempo de leer este blog y replicar su punto de visto: Acá lo anexo para dar espacio a su opinión.

Estimado Manuel:

Primero que nada debo agradecer que haya sido merecedor de estar presente en su blog… estuve leyendo y la calidad del contenido crítico es excelente, de eso estamos necesitados en los medios de comunicación hoy en día…pero también de réplica.

No pude abrir de manera completa el sitio donde se publicó la cobertura de los eventos violentos que ocurrieron en nuestra ciudad el dia de ayer, efectivamente hubo algunos eventos que fueron reportados –y siguen siendo psicosis- y los transmitimos como eso RUMORES e información NO CONFIRMADA, son 2 palabras que tengo en mi léxico y que uso como parte de una defensa periodística para defender el derecho de la libertad de expresión si dañar a alguien. Eventos como el presunto robo de una Pipa de Pemex en periférico y Adolf Horn… o de una balacera a las afueras del Barecito por ejemplo fueron objeto de espacios cibernéticos en twitter, blackberry y hasta en facebook sin que estas fueran ciertas.

Ciertamente fuimos el único medio que tuvimos las voces oficiales, le dimos espacio y tratamos un tema poco común para la ciudad, pero como sea, estos eventos no se graban, no se preparan… el periodismo es una profesión perfectible más no perfecta…usted es periodista y como yo pude tener equivocaciones, en su columna también pueden existirlas… sin embargo hay 2 cosas que me motivan a escribirle… agradecerle su interés por escribir sobre mi persona y darme espacio.

Pero en otros temas y aprovechando. Me tiene a sus órdenes para que participe en nuestro canal..sus criticas sobre diversos tópicos nos interesan, porque trabajamos para una sociedad incluyente.

Un fuerte abrazo.