
Hoy comienza la segunda temporada del ChéMoludo este blog que a su paso intenta hablar de todo lo que pasa aqúi y allá al igual que contar cosas que van de la boca al teclado. Qué mejor que comenzar con una reseña teatral que merece mil y un elogios, así como infinitos agradecimientos por ser el perfecto inspirador al actor en crecimiento.
El clown es un niño, un niño que intenta ser adulto pero nunca lo llega a ser, juguetón y risueño, nunca se deja de sorprender, es espontáneo. Esa frase quizá nos puede ayudar a definir en pocas palabras la filosofía de la técnica actoral que representa el clown. La adaptación de Hamlet, uno de los textos más conocidos de Shakespeare al clown, es sin duda es una proéza lírica que Fausto logra con éxito. El grupo Thepsis Teatro terminó su temporada en el experimental con el espectáculo "Hamlet, el príncipe de Dinamarclown" y he aquí lo que suceció:
¿Qué pasó en Dinamarclown?
Un exquisito texto como el de Shakespeare adaptado a un juego de niños cómo lo es el clown convoca a una cascada de risas y emociones que confluyen en Dinamarclown, el teatro experimental fue sede de una temporada en la que todos y cada uno de los espectadores llevaron la sorpresa en la boca y el dolor en las manos de tanto aplauso que bien merecido lo tiene el equipo de producción y los actores del espectáculo. Detengámonos aquí, justo en "el espectaculo", Hamlet, el príncipe de Dinamarclown no es una obra de teatro común, es un show completo que interactúa con el público presentando a su vez un delicioso texto que acompañado con las ejecuciones artísticas de cinco personajes logran realizar eso: un espectáculo y no una simple obra de teatro (sin demeritar a las artes teatrales, claro está).
Entender al clown cómo actor se vuelve complicado al tener que romper con los esquemas de la cuarta pared (el público). El clown se arriesga a la participación y juega con la destreza de la imporovisación para así función a función crear nuevas emociones, nuevos chistes, gags, momentos y risas que perduraran en la memoria del espectador.
Creo que sería una falta de respeto contar la historia, lo que sucede bien a bien en el montaje o tratar de describir las adaptaciones propuestas por el príncipe de Dinamarclown del grupo Thepsis teatro, solo me queda agradecer a Gabriel Álvarez, Diana Alvarado, Abelardo Ferré, Susana Romo y en especial a Manuel Parra cuyo personaje me cautivo por la gama de elementos que juegan en su psicología que logran hacernos reflexionar: cómo es posible que "esta carne sea tan sólida que no se derrite". Gracias muchachos. ¡Viva el principe de Dinamarclown!
Por el momento sigamos la pista del movimiento clown que ofrece a las carteleras de la ciudad momentos de diversión y reflexión, un espectáculo para adolescentes adultos que resulta apto para toda la familia.
3 comentarios:
Còmo que gracias!!! denada señor es lo menos que puedo hacer! aunque me encatnarìa què anonimo lo dijo!
Hola. Coincido contigo en que esta obra es un extraordinario espectáculo, no sólo una puesta en escena.
Yo tuve la gran fortuna y, mayor aún, la coincidencia de haber disfrutado la última representación de la temporada.
¡Ampliamente recomendada!
TIENES TODA LA RAZON Y LAVERDAD ESTARIA MUY BIEN QUE SE VOLVIERAN A PRESENTAR PARA PODER DAR A CONOCER Y RECOMENDAR A MAS PERSONAS MUCHISISISISIMAS FELICIDADES A TODO EL EQUIPO
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