22 diciembre 2007

A little bit....

Despedimos el año... tragos amargos, risas largas, momentos emotivos, chismes chistosos y otros no tanto, días de lluvia, otros soleados. Un 2007 que deja mucho para pensar, un 2008 que pretende cobrar todo lo que no pasó en su antecesor. Lo único que queda es esperar, seguir con el animo a todo lo que da y esperar que todo marche bien. Trabajo, amigos, salud, buenos momentos y mucho que aprender. Valio la pena el año que paso, gracias a la gente que se cruzó por el camino aunque sea para haber pasado malos ratos, aún asi dejaron algo y doblemente o triple a aquellos que llegaron para quedarse esos compas que seguirán año con año... Grandes proyectos, grandes retos que se presentaron, momentos de tensión que hicieron vibrar a más de uno. Gracias por tooochoo

16 diciembre 2007

Consolas. Audio. Niveles. Micrófonos.

Después de la tormenta o la tempestad llega la calma....proverbio chino e
infalible.
Alguna vez lo escuche decir de algún familiar cercano, otras
cuantas de uno que otro desconocido.

Damíán es Técnico en Audio de una empresa de eventos masivos, grandes conciertos a los que le imprime un toque especial, equaliza el audio, sube los tonos del cantante, baja los graves y aumenta uno que otro agudo. Las guitarras por lo regular tienen la misma técnica siempre y cuando sean de rock. Ha salido de trabajar por el día de hoy, le espera depsués de la desconexión que le ofrece hacer lo que le gusta, una situación tensa en casa. Los grandes conciertos siempre suelen tener alguno que otro problema, un micrófono se desconecta cuando no debe. A pesar de que todo esté previemante controlado, nunca falta el momento en el que el estrés se apodera de la consola y la búsqueda por la solución inmediata comienza a ser buscada. En su casa es lo mismo, las cosas suelen estar controladas, la tempestad se observa tranquila cuando no se habla de ella, pero cada noche es necesario hacer uno que otro ajuste a los graves para poder ecualizar la situación familiar, al menos en su cabeza. Los micrófonos están cerrados, nadie ha querido probar el sonido que puede ofrecer un micrófono profesional integrado con una fidelidad auténtica de un ser humano con problemas. Hoy Damián intentará abrir el canal destinado a aquél que será destinado única y exclusivamente para relatar sus penas. El poder de áquel aparato es inmenso, la responsabilidad que implica portarlo es un factor implícito que se presenta ante el que lo piensa usar justo en el momento en el que éste decide abrir el micrófono y comenzar a hablar.

-Tenemos que hablar.- La frase que enciende la consola justo antes de iniciar la ecualización.
-¿Ahora?, son las 4 de la mañana. Mejor mañana, estoy cansada Damián. Mejor mañana ¿vale?- Es la voz de Mariana, su esposa. quién demuestra en su canal un corto circuito, tal vez los cables están desgastados.
-Mañana es hoy.- Damián intenta arreglar el cable.
-No seas tonto, tu sabes a lo que me refiero. Además necesitamos tiempo para platicarlo.-
-Más tiempo que ahora, domingo, 4 de la mañana, no trabajas mañana. Eso es tiempo nos quedan 20 horas del día para platicarlo y me gusta arreglar mis problemas a tiempo.-

Mariana enciende la luz del tocador, despeja un poco sus pupilas, observa con extrañeza a Damián, él está sentado en la cama aun lado de ella, Mariana se incorpora.
-¿Qué paso ahora en el trabajo?- Pregunta Mariana.
-En el trabajo, todo bien. En casa algo mal creo.-
-¿Acá? ¿Qué paso ahora?-
-¿Porqué supones que acá nunca pasa nada?, Puedo aceptar que de un moento a otro puedo ocultar mis sentimientos, pero tu bien sabes que lo que pasó ayer no fue nada grato para ninguno de los dos. Si decides un día marcharte y arrelgar tus problemas extramaritales, adelante. No me opongo, pero si piensas hacerlo sólo avísame antes.-
-Lo de ayer. Tú y yo siempre hemos estado bien, es mi pasado el problema, siempre lo es. No quiero hacerte culpable de esto, porque no lo eres pero Roberto me comenzó a buscar, necesita de mi ayuda y no puedo dejarlo. Mis problemas siempre han sido él pero siempre he tenido que ayudarlo. Es mi pasado.-
-Pero... yo soy tu presente.-

13 diciembre 2007

Jazz for life...about life..

"Photograph"
No puedo dejar pasar el tiempo de escribir por aquí y no mencionar algunos de mis gustos más aferrados, el jazz, del que quizá mucho, un cantantes comerciales como Michael Bublé y Jamie Cullum, ambos favoritos de un servidor. Y es que en el jazz encuentro el relax que necesito. Jazz for life about life, la canción se llama Photograph, y habla sobre diferentes experiencias de la vida que culminan en la grandiosa reflexión de que la vida ordinaria realmente no lo es así pues es el pasado él que te ha llevado con sus altas y bajas hasta ahí. si Cullum fuera mexicano tal vez diría la estrofa "Cuando veo mi vida tan ordinaria, me acuerdo que lo bailado nadie me lo quita", a grandes rasgos eso es Photograph, una luz intermitente que nos recuerda que no vale la pena entrar en depresión y cortarse las venas con pan Bimbo integral, vale más la pena mirar hacia atrás y recordar que de una u otra forma hemos vivido tanto que lo hemos superado y hoy estamos aquí. Eso es el jazz, música que puede hablar de la vida y ser sobre la vida misma pero no deja de ser rítmico y alegre, aunque en sus momentos todo lo contrario demostrado en los ritmos de Bublé del cual hablaremos otro día. Photograph de Jamie Cullum se encuentra en el disco Catching Tales de este jóven Británico que le ha dado la vuelta al mundo presentando su música como una propuesta al jazz juvenil, fresco y contemporáneo. He aquí el video y la letra de la canción.



Her name was written on the photograph,
right next to her red, sunburnt face,
it all had happened in that long tall grass,
about a mile from her old place,
I can't remember how it started and if it lasted that day in the sun.

We said that we were going to study hard,
we held our books instead of hands,
she held a blanket over cans of beer,
I can't deny I was so full of fear.

It's just another story caught up in another photograph I found.
and it seems like another person lived that life a great many years ago from now,

When I look back on my ordinary, ordinary life,
I see so much magic, though I missed it at the time.
when I look back on my ordinary, ordinary life,
I see so much magic, though I missed it at the time.

And there's the first time that I tried that stuff,
I think I look a little green,
I remember throwing up behind a bush,
and I found it hard to use my feet,
and who's that easily led little boy who's really off his head?

It was the same night that I kissed that girl,
the tall one with the auburn hair,
I remember laughing coz to kiss me,
she had to sit down on a chair!
she tasted like the schnapps she'd drunk,
and the cigarette she'd stolen from her mum.

And it's just another story caught up in another photograph I found.

When I look back on my ordinary, ordinary life,
I see so much magic, though I missed it at the time.
When I look back on my ordinary, ordinary life,
I see so much magic, though I missed it at the time.

When I look back on my ordinary, ordinary life,
I see so much magic, though I missed it at the time.


06 diciembre 2007

Es solo, el comienzo

















Fátima voltea a ver el reloj que marca ya las 8:30 de la mañana. Son vacaciones asi que no hay mucho de que preocuparse, el último semestre del bachillerato estuvo lleno de giros, y no los clásicos cambios fémeninos del cuerpo y las adaptaciones que llegan cuando la madurez se acerca, eso ya había pasado años atrás. Despues de tomar un baño, pasa a arreglarse a su tocador, examina lentamente su cuerpo y se detiene en su boca...¿Cuántos labios se han encontrado aquí?, ¿3,5,6,19?..., sube un poco más la mirada, se ha topado consigo misma, sus ojos se retan ante el espejo, su visión se esfuma y empieza a rodar la cinta de recuerdos de su vida. Miles de momentos que pasaron a través del tiempo, cambios que parecen ancestrales, horas que parecen días, días que parecen semanas, meses, años, décadas....

Enero 18.

Son los primeros días del año, siempre en estas fechas tengo la extraña sensación de incertidumbre. Pienso en todo lo que está por suceder en doce meses, cosas que ni siquiera puedo imaginar en este momento. Quizá sea este el año en el que encuentre un trabajo relacionado con mi futuro, o en el que mi familia se vaya a a la quiebra, o porqué no, me ganaré un viaje a las bahamas... Habrá que esperar. Hoy son siete meses de que Ricardo y yo cortamos, he disfrutado eso de estar sola, sin duda me ha venido bien.


La inspiración para escribir en su blog se interrumpe por el sonido del celular, es Ricardo. Fátima observa el identificador del móvil que parpadea mostrando el nombre de la persona que precisamente hoy hace siete meses que no ve, sólo conversaciones vanas por mensajes de celular y comentarios de Internet. La sensación extraña de coraje y gusto a la vez recorre su piel lentamente. Ricardo por su parte, sólo escucha el sonido de espera de la llamada. Al siguiente tono cuelgo. Piensa arrepintiéndose de haber marcado. Fátima toma el teléfono entre sus manos sintiendo las vibraciones que cosquillean sus dedos, deja de pensarlo y contesta.

-..Hola-
-Pensé que nunca contestarías...¿Cómo estas?-
-Bien, mejor de lo que creo, no había escuchado el celular, estaba escuchando música en la computadora, disculpa.- La verdad, no sabía si contestar pero no está de más saber que me extrañas.
-Fat, fat, fat, era broma, no es para tanto con todo y explicación, si yo fuera tú no me hubiera contestado. jaja, pero gracias, es bueno saber que aún tengo una amiga con quién platicar.-
-Bueno, si amiga. Y ¿Cómo has estado?, ¿Que tal el trabajo en la agencia?, supe que la campaña de la farmaceutica estaba moviendo mucho dinero para su lanzamiento.-
-Si, me trae loco. Pero bueno siempre hay un espacio para platicar con la gente que hace tiempo que no ves ¿No crees?, te invito a comer hoy, quiero tener una de esas largas conversaciones que ya por el trabajo no he podido tener.-
Planes, no tengo. Piensa Fátima mientras enreda su dedo índice en su pelo.
-No se si pueda, la verdad. Tengo que acompañar a mi madre a hacer cosas pero dame quince minutos y te regreso la llamada ¿va?.-
-Orale, quince minutos.-
Ella corta la llamada.

Quince minutos que parecerán eternos para la espera de Ricardo, quince minutos que pasarán rápidamente para Fátima aunque ella no lo desee. Al colgar, Fátima se tira en su cama cerrando los ojos, rosa sus labios con su dedo índice e inetnta recordar la textura de los labios de Ricardo. Él, por su parte golpea su cabeza contra la pared de la oficina. Que imbécil me escuché, seguro piensa que no me arrepiento de nada de lo que le dije, a veces es tan ingenua, y otras yo tan imbécil. Fátima observa el techo, se siente excitada por la invitación de aquel hombre que siete meses atrás fuera su novio y tras una fuerte discusión dejo de serlo. Acompañar a mi madre a hacer unas cosas, ¡ja! pero si mi madre salió de la ciudad hace una semana...no cabe duda que cuando me ponen en jaque, la mentira se me dá. Ya pasaron diez minutos, ambos impacientes miran el celular donde está seleccionado el número del otro solo esperando a ser marcado. Ricardo se distrae un poco con llamada de un cliente pero observa de vez en cuando el reloj en espera de la cuenta regresiva. Fátima regresa al espejo y se reta de nuevo con la mirada. Será bueno hablar, piensa mientras pasa su mano por su cabeza, no significa nada que tengamos que salir, tal vez ahora podamos ser los mejores amigos que nunca fuimos...Eso, tal vez. Regresa a la cama y toma el celular, oprime el botón verde y espera el tono. "Tu saldo está agotado."
-¡Carajo!-

Las llamadas a celular de su casa están restringidas, los gastos excesivos de teléfono y de luz habían hecho que su madre tomara ciertas precauciones para el ahorro de la quincena. Fátima se vuelve a tirar a la cama impaciente, esperando que a Ricardo se le ocurra llamar de vuelta. Ricardo sigue en la llamada con su cliente.
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Inesperadamente comienza a llover, gotas grandes y pesadas caen sobre el carro de Agustín, estaciona el auto cerca de un pequeño autoservicio para comprar unos cigarrillos, da una vuelta por los pasillos reducidos de la tienda para perder un poco el tiempo, al llegar a la caja con las manos vacias pide una cajetilla azul. El estrenduoso sonido de un trueno interrumpe la tranquilidad de la compra, Agustín gira su mirada hacia la calle y observa cómo un árbol cae lentamente directo hacia su auto, la lluvia aumenta y se vuelve imposible salir de la tienda. La cara de preocupación, enojo y angustía se hace presente en él. El cajero lleva su mirada del auto al cliente, una sensación de incertidumbre pasa por él mientras que sostiene en sus manos el cambio de los cigarros. Agustín corre hacia la puerta de cristal de la tienda y observa como las ramas de aquel viejo árbol estan atoradas en el parabrisas del auto, busca en sus bolsillos el célular pero recuerda que lo dejó en la guantera del auto, su rostro se ve frustrado, abre la cajetilla y enciende un cigarro dentro de la tienda.El sonido de la lluvia ahora es acompañado por el granizo.
-Señor, no se puede fumar dentro de la tienda.- Dice el cajero en un tono nervioso.
-Ahorita no hay tienda, no hay luz, no hay clientes, sólo dime, ¿Quién va a entrar a la puta tienda si no se puede por la tormenta que empezó hace tres minutos?. ¿Quién me va a pagar el chistecito del árbolito en el cofre de mi carro?. Te parece eso menos importante que un simple cigarro.-
-Disculpe señor, son reglas de la cadena. Entiendo su frustración por lo del auto, pero no puedo permitirle el cigarro.-
-Ya, ya entendí.- Tira el cigarro al suelo justo a un lado de el estante de los chicles y chocolates, pisa el cigarro.

Agustín toma asiento en una de las sillas destinadas para los clientes que comen dentro de la pequeña tienda, pone la cajetilla en medio de la mesa y la pasa entre sus manos en un acto de desesperación. En la tienda sólo se encuentran él y el cajero, quién sale de su lugar de trabajo para dirigirse a Agustín con el cambio en la mano.
-Disculpe jefe, aquí tiene su cambio.-
-Gracias...disculpa por el coraje, apenas es mi segundo día con el auto, lo acabo de sacar de la agencia.-
Pero si los vochitos loso descontinuaron. Piensa el cajero para sí mismo y ríe a la vez.
-jajaja, ¿estuvo bueno no?, no compadre la verdad es que ya estaba apunto de venderlo. Me iba a comprar algo más funcional que un vocho, pero así...¿cómo?.- Dice Agustín relajandose un poco.
El cajero ríe un poco pero no demasiado, prefiere no externar ningún sentimiento para no hacer sentir mal a Agustín. la tormenta baja un poco. Agustín solo le da vueltas a la cajetilla de cigarros y mantiene su mirada fija en ella.
-¿Tienes un teléfono que me prestes?- Le dice al cajero.
-Sí señor pase por acá.-
El cajero lo lleva a la bodega en la que apenas se distinguen las cosas que hay dentro, la falta de luz no permite ver mucho. Le muestra el teléfono y deja la puerta abierta para que la luz de afuera haga de foco de emergencia. Agustín toma el teléfono y marca.
- F publicidad, buenas tardes- contesta una jóven con voz agradable.
-Sí, me puedes enlazar a la extensión 4021-
-Claro que sí enseguida.-
Quince segundos de espera acompañados de música y la llamada se enlazó.
-Si, buenas tardes. ¿Quién habla?-
-Ricardo, soy yo. Tuve un pequeño problema con el carro. Necesito que vengas a ayudarme.-
-¿Qué pasó con el vocho?-
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Fátima busca entre sus contactos el teléfono de la oficina de Ricardo, lo encuentra y marca desde su casa.
-F publicidad, buenas tardes.-
-Si, señorita me podría comunicar a la oficina del Señor Ricardo, es urgente.-
-Disculpe, el licenciado acaba de salir dijo que era urgente.-
-Bueno, gracias- Seguramente viene para acá. O tal vez se arrepintió y se fue con alguna mujer. Fátima se queda callada pensando unos segundos cuando de pronto interrumpe sus pensamientos la operadora.
-Si gusta le puedo dejar un recado para cuando regrese.-
-No, asi está bien. Yo lo buscaré más tarde.- Cuelga el teléfono.
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